viernes, 9 de enero de 2009

ULTIMA CAMINATA

Tengo el rostro enjuto, labrado
por el tiempo y los baldones
soportados unos tras otros,
vista y cabeza inclinada.

Marcho encorvado y lerdo,
solitario, por el cemento doliente
de un empobrecido arrabal
bajo ausente compasión.

Ya no arremeto contra molinos;
mis trancos me arrastran inexorables
al panteón de las quimeras
sin dejar nada detrás.

Allí retornaré al origen:
la ausencia dispersará
mi carne y mis huesos
deshechos por la putrefacción.

* * *
Juan Carlos García Araya (40)
Rapsodas Fundacionales
Arica, 21 de Agosto de 2008

No hay comentarios:

Publicar un comentario