jueves, 9 de septiembre de 2010

EL ONCE A LAS ONCE



Arica amaneció como los días anteriores: en estado de emergencia y militares en las calles. Por eso no me sorprendió verlos. Estudiante a la época de la Universidad de Chile, sede Arica, cerca de las ocho de la mañana nos juntamos a estudiar con un amigo en su casa en la Población “Venceremos”.
A las once salí a la calle acompañado del Tevo y al llegar a la esquina una camioneta conducida por un amigo se detuvo y nos informó emocionado del golpe de estado. Quedamos impactados.
Subimos al vehículo. Una angustiada mujer nos hizo parar. Llorando nos pidió que trasladáramos a su marido al hospital. Había sufrido un infarto al escuchar la noticia de la muerte del Presidente Allende. Nuevamente quedamos impresionados ¡El Chicho muerto! ¡Esto ya no tenía vuelta atrás!
Pusimos al hombre en la cabina y nosotros nos encaramamos en la parte trasera. Partimos rápidamente. Patrullas militares nos detuvieron. Con voz entrecortada explicamos que llevabámos un enfermo grave a la posta. Nos dejaron seguir. Continuamos hasta el cruce ferroviario, otro alto, un grupo de Carabineros. Control de identidad. Volvimos a explicar que conducíamos a un moribundo. El oficial dudó algunos momentos, finalmente dejó proseguir la camioneta con sólo el chofer y el enfermo tirado en la carrocería, el resto, cada cual partió por su lado.
¿Qué pasó con ese hombre? ¿Sobrevivió, falleció? ¿Cómo se llamaba? Durante más de treinta años me lo he preguntado y aún no obtengo respuesta.

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Juan Carlos García Araya

Arica, 11 de Septiembre de 2003

LA INDEPENDENCIA DE CHILE EN EL CINE

En pocos días más Chile celebrará su segundo centenario desde la formación de su primer gobierno y posterior independencia. Así como en otros aspectos, esta es una buena ocasión para recordar y realizar un balance acerca de los hechos de nuestra independencia llevados a la pantalla grande en la cinematografía nacional o extranjera.
El inicio de la mayoría de las cinematografías nacionales a sido a través del  género histórico. En Francia, en 1897 Georges Hatot filmó por encargo de los hermanos Lumière las primeras reconsti-tuciones históricas, "Robespierre", "Marat" y "Charles XII" entre otras. En 1898 Georges Meliès realizó "El proceso Dreyfus". En 1914, en Italia se rodó "Cabiria" dirigida por Giovanni Pastrone. En los Estados  Unidos David Wark Griffith filmó "El Nacimiento de una Nación" y en 1916 "Intolerancia". Mas adelante y con el correr de los años estos y otros países continuarían utilizando  SUS hechos históricos como elementos dramáticos, según la visión de cada director, para sus realizaciones.
         
EL CINE Y NUESTRA INDEPENDENCIA
         
En nuestro país una evidencia salta a la vista: existen muy pocas películas inspiradas en hechos históricos nacionales y sólo TRES  basadas en  el período de nuestra Independencia y todas tienen como personaje central la figura de Manuel Rodríguez, el  legendario guerrillero.
El primer film titulado "Manuel Rodríguez"  se realizó en 1910 y fue dirigido por el conocido profesor de declamación y  veterano de la Guerra del Pacífico, don Adolfo Urzúa Rosas (1864-1937), por encargo de la Compañía Cinematográfica del Pacífico. Fue, además, la primera película argumental chilena. Poco se sabe de esta producción, basada en la obra "Durante la Reconquista" de Alberto Blest Gana, y que fue estrenada el 10 de septiembre de 1910 en el Teatro Unión Central de la capital. Según una crónica de Antonio Acevedo Hernández, autor teatral y también director del cine chileno,  la cinta tuvo como protagonista a Nicanor de la Sotta en el  rol de Manuel Rodríguez, acompañándole en los papeles secundarios, actores como Francisco A. Ramírez, Filomena Flores y Carlos Prats. La prensa de la época asegura  que tuvo  "mucho  éxito", pero no agrega nada mas.
"Manuel Rodríguez", la segunda producción, se rodó en 1920  y fue dirigida por el actor y director argentino Arturo Mario. Se estrenó en Santiago el 18 de mayo de 1920 en el Teatro Alhambra y también tuvo una buena acogida de parte del público nacional. Estaba  protagonizada por el conocido actor y poeta Pedro Sienna. En los roles secundarios participaron María Padin, Isidora Reyé, Aurora Salas, Clara Pérez, Arturo Mario,  Nicanor  de la Sotta y  Juan Pérez Berrocal, como el bandido  Neira.
El relato constaba de 8 episodios en 1.900 metros de película. Entre ellos se destacan el fusilamiento del Capitán San Bruno, algunas anécdotas del popular guerrillero chileno y la actuación del bandido Neira. Los titulos intercalados entre las escenas fueron escritos en versos por Pedro Sienna.
Su realización requirió una gran labor de contenido histórico, los uniformes militares y armamentos fueron confeccionados a partir de los modelos proporcionados por el Museo Histórico Nacional y los trajes civiles fueron tomados del Album Geográfico de Chile del sabio francés Claudio de Gay. Además, por primera vez, se construyó un decorado real que representaba la fachada de la antigua Catedral de Santiago.
Pero sin duda la versión que tuvo mayor éxito fue "El Húsar de  la  Muerte"  de 1925, la tercera película sobre Manuel Rodríguez. Realizada y protagonizada por Pedro Sienna en el rol del guerrillero, hoy  pertenece a los  clásicos  del cine chileno  y es  catalogada  como  una de  las obras  fílmicas  más  interesante e importante de  nuestra  cinematografía.  Se estrenó el 24 de noviembre de 1925  en los teatros Brasil, Septiembre, Esmeralda y O'Higgins.
La trama gira en torno a las conocidas y populares correrías y episodios vividas por el guerrillero patriota durante el período más difícil de la lucha por nuestra independencia, la Reconquista. Cinematográficamente, la cinta es de una vigencia desconcertante, a pesar de su mudez y de su antigüedad. El lenguaje audiovisual utilizado por Sienna es de una calidad y de una expresión visual tan moderna que en ningún caso desmerece a los ojos del espectador del siglo XXI.
De una hora aproximada de duración, las secuencias se alternan mezclando la acción, con lo cómico y lo trágico.
Esta película es la única del período mudo del cine chileno que aún puede verse gracias a un gran trabajo de conservación patrimonial que se hizo al restaurarla en 1963 en el Departamento de Cine Experimental de la Universidad de Chile bajo la dirección del cineasta Sergio Bravo. Mas tarde, la Cinemateca de la misma casa de estudios, le incorporó música incidental concebida especialmente por el compositor Sergio Ortega. En 1996 se realizó un nuevo trabajo de restauración por encargo del Ministerio de Educación y se musicalizó con la obra compuesta por el músico Horacio Salinas.
Fue declarada “Monumento Histórico” por Decreto N° 742 del Ministerio de Educación de 13 de julio de 1998.

EN ARGENTINA

Algunos de nuestros episodios históricos de la Independencia de Chile sirvieron de inspiración a la cinematografía de la república argentina, cuya historia está íntimamente ligada a la nuestra.  En 1913 el director italiano Mario Gallo (1878-1945) realizó "La Batalla de Maipú" con la  actuacion  estelar de Enrique de Rosas.
El director Leopoldo Torre-Nilsson realizó en 1969 el film "El Santo de la Espada" que narra una parte de la vida militar del prócer José de San Martín abordando su importante actuación en el proceso de liberación de nuestro país. En esta obra actúan Alfredo Alcón como San Martín y Lautaro Murúa, actor chileno avencindado en Argentina, como Bernardo O'Higgins.

PROYECTOS ABANDONADOS

 Muchas producciones de ficción de corte histórico se prepararon para ser rodadas en nuestro país y quedaron, desgraciadamente en etapa de proyecto,  abandonados por  distintas  razones,  principalmente económicas.
En los años 50 un proyecto de realización cinematográfica sobre la  Independencia,  tenía a  Humphrey  Bogart como  intérprete de Bernardo O'Higgins. Algunos censores se alzaron contra la idea de que el Padre de la Patria fuera encarnado por un  extranjero, se quiso supervisar el  guión para  cuidar la imágen del Libertador por lo que la idea fue abandonada. Jorge Délano, "Coke" habría aprobado la idea manifestado que Humprhey  Bogart era "el único gringo  de  Hollywood que no  tenía  cara de  gringo".
 En 1967, la revista "Ecrán" anunciaba un proyecto fílmico sobre la vida de Manuel Rodríguez que sería  protagonizado por el cantante Antonio Prieto. Algunos años más tarde "Chile Films", bajo la dirección de Miguel Littin en 1972 tenía en  carpeta el rodaje de dos cintas históricas: "Balmaceda” y un "Manuel Rodríguez" cuya realización estaría a cargo de Patrico Guzmán, y que sería  interpretada  por  Alejandro Cohen,  pero la falta de medios obligó a cancelar esos proyectos.
En 1972, nuevamente se intentó llevar a cabo el propósito cinematográfico dedicado al popular guerillero. Esta  vez fue Alvaro Covacevic quién lo encabezaba, se  titulaba  "Manuel  Rodríguez, el guerrillero". El rol principal estaría a cargo del actor Marcelo  Romo, acompañado por  Nelson  Villagra  como el bandido  Neira, Tennynson  Ferrada encarnaría a  Bernardo O'Higgins, Fernando  Bordeau  a  Marcó del  Pont, más Mireya Kulczewski en el papel del amor imposible del guerrilero Rodríguez.

CONCLUSION

Muchos personajes de renombre  y talento han sido dejado de lado por el Séptimo  Arte chileno, así como sucesos importantes acaecidos en nuestro país. Nuestra historia y la vida política y social chilena son verdaderas minas a explotar. Aunque la película  histórica es una empresa ardua, porque recrear una realidad  pasada es  más difícil que  reflejar la realidad que tenemos delante, es siempre importante para un pueblo darle  vuelta a la Historia y a su propia historia para encontrar una enseñanza  social o política que podemos aplicar a nuestro tiempo. Nuestros cineastas deberían tenerlo en cuenta.

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Juan Carlos García Araya



Londres, 15 de Junio de 2010

domingo, 5 de septiembre de 2010

LA PRIMERA PELÍCULA CHILENA SE ESTRENÓ HACE 100 AÑOS


         
            En 1910 el cine  se había convertido en un espectáculo que llegaba a  los rincones mas apartados del mundo, pero a partir de 1908 y hasta los inicios de  la Primera  Guerra  Mundial este consistiría principalmente, según algunos historiadores, en "teatro filmado", "cuyo único mérito es de atraer la atención de los círculos literarios y aristocráticos  sobre el cine[1]". Mientras que Georges Meliés, un ilusionista francés, incursionaba en otras vías inventando el Cine de diversión con sus variados trucos, el norteamericano David Wark Griffith, descubre nuevas posibilidades dramáticas, exclusivamente  visuales, como el "primer plano" y su compatriota Edwin S. Porter, antiguo operador de Edison, explora las posibilidades del "corte" para pasar de una escena a otra, creando, además, el "montaje paralelo". La técnica va así desarrollándose en beneficio de un nuevo lenguaje: el lenguaje cinematográfico.

La primera película argumental chilena

            A principios del siglo XX, en Chile el espectáculo cinematográfico era ya habitual para nuestros compatriotas. Las más importantes ciudades del país habían recibido, por lo menos una vez, la visita de este todavía novedoso invento. Incluso ya se había filmado escenas documentales de la vida corriente nacional siendo exhibidas con bastante éxito.
            Esto entusiasmó a algunos pioneros de nuestro cine que pusieron manos a la obra. Entre ellos el empresario Efraín Band propietario de la Compañía Cinematográfica del Pacífico ubicada en Estado con Huérfanos donde poseía un taller de reparaciones de fonógrafos.
            Hacia 1909 decide emprender el desafío de rodar la primera película argumental de la que se tenga conocimiento, "Manuel Rodríguez". Probablemente la idea de llevar a la pantalla grande las  hazañas del guerrillero fue  inspirada  por  los importantes preparativos de festejos del 1º Centenario de nuestra Independencia. Se anunciaban para aquella ocasión grandes manifestaciones y fiestas, por lo tanto aquella era una excelente oportunidad para estrenar el primer film argumental nacional, que además tocaba un tema  patriótico. El privilegio de realizarla le correspondió a Adolfo Urzúa Rozas[2] (1864-1937), conocido poeta, profesor de  declamación, dramaturgo, algo anarquista y veterano de la Guerra del Pacífico.
            De la manera como  se  llevó a cabo esta producción, el propio Urzúa Rozas lo relató en un artículo de la revista "Cine-Gaceta", órgano de los cinematografistas chilenos de esa época:

             "En 1909, el que escribe estas líneas fue contratado por la Compañía  Cinematográfica del Pacífico con “mil  pesos” mensuales para  formar un cuadro de artistas, para imprimir films de argumentos tomados de nuestra Historia Nacional, y se imprimieron dos series de los episodios del célebre guerrillero de la Independencia Manuel Rodríguez. La Compañía poseía un laboratorio de primer orden y aunque los artistas solamente tuvieron tres meses de preparación; la prensa y la crítica no tuvieron sino  palabras de alabanza para esta primera prueba, y aunque salió cara (como sucede siempre que se  empieza)  la película ya está  vieja a fuerza de exhibirla y ha dado a sus dueños  ”seis o  siete veces el valor de lo que costó.[3]"
            Una crónica del escritor, dramaturgo y futuro director del cine mudo nacional, Antonio Acevedo Hernández, publicada en la revista  "Sucesos" del 7 de enero de 1926 nos informa que participaron en esta primera producción nacional el actor Nicanor de la Sotta, en el papel de Manuel  Rodríguez, Francisco A. Ramírez, Filomena Flores y Carlos Prats.

El estreno

            El estreno de esta obra precursora se efectuó en una función a la que fueron invitadas diversas personalidades del espectáculo y periodistas de la capital. "El Ferrocarril"  del día 9 de septiembre de 1910 dio cuenta de esta invitación en su sección "Teatros":
                                   Compañía Cinematográfica del Pacifico
                    Hemos recibido la siguiente invitación:
"Invito a Ud. a una exhibición que tendrá lugar hoi Viernes del presente a las 3 P.M. en el Teatro Variedades “Biógrafo Kinora” de la reconstitución histórica de los episodios de Manuel Rodríguez interpretada por el cuadro dramático nacional de esta Compañía."
            A pesar de la importancia que adquiere hoy día dicho evento, en esos  años no se le otorgó mas que los párrafos publicados ya señalados,  contrastando con el gran despliegue publicitario que se efectuaba para las producciones  foráneas. Sin embargo,  "El  Ferrocarril"  en  su  edición del  día  siguiente, le da cierta trascendencia al hecho con las siguientes palabras:
                                                           Biógrafo Kinora
"Es sin duda,  una de las vistas  mas hermosas que se puede  ofrecer  al  público, por ser, en primer lugar, patriótica, pues recuerda los hechos mas emocionantes de la vida ajitada del guerrillero Manuel Rodríguez; y en  segundo lugar, por sus paisajes".
"La naturaleza privilejiada  de  este  país ha sido reproducida en la forma más feliz en la mencionada vista."
"Con esta estensa película se estrena la ejecución de esta clase de trabajos en el pais.[4]

            Estos  cortos  y  simples  conceptos  representan  la primera crítica  de  un  filme nacional. Tienen la tónica con que se comentaría, mas adelante, las otras producciones nacionales. Es decir, subrayando su carácter nacional y la reproducción, mas o menos bien  lograda, de los paisajes de nuestro país.  Nada se dice sobre los autores, los actores ni sobre la calidad de la obra. Importante frase la última que rescata la relevancia del  estreno.
            Un comentarista de "El Mercurio"  escribía a este mismo propósito,

            "Como primer ensayo de presentar en esa forma la historia es buena. Los paisajes han sido elegidos con cuidado y las escenas están representadas con corrección. Las mujeres que salen a besar la  imagen que lleva el lego deberían tener indumentaria menos cuidada. Hay soldados que hacen disparos sin cargar sus rifles, que debemos suponer son de chispas.  De todos modos la empresa acometida es digna de todo encomio.[5]"

            Este filme se estrenó comercialmente el 10  de septiembre de  1910 en el Teatro Unión Central, ubicado en el actual paseo Bombero Ossa en Santiago, con el éxito  ya consignado.          

Otros intentos

            A pesar del suceso encontrado por este filme, no hubo nuevos intentos de seguir el ejemplo del poeta Urzúa Rozas. Es sólo en 1914 que se produce el siguiente ensayo. Este fue llevado a cabo por el empresario francés Feidieu Vallade, un próspero comerciante en casimires. Vallade invirtió  parte de  sus ganancias en instalar los primeros estudios cinematográficos chilenos, "Estudios San Isidro" situados en la calle del mismo nombre de nuestra capital, creando además la compañía "Franco-Chilena Film".
            La revista "Zig-Zag"[6] destaca este intento en una crónica,

            "La fabricación de films nacionales.
"Con el desarrollo cada vez más creciente que ha tomado entre nosotros el cinematógrafo, ha surgido un problema de interés: la creación de la película nacional."
"Dos hombres empeñosos han tomado a su cargo  la tarea  de resolverlo y,  dentro de poco, nos será dado presenciar en teatros de la capital, el   desarrollo de cintas exclusivamente confeccionadas con elementos  chilenos. Se debe esta novedad, que remueve un poco la inercia santiaguina, a Monsieur Victor Vallade,  en el caracter de  técnico, y al conocido profesor de declamación, don Adolfo Urzúa Rozas."
"La intentona no puede ser  más simpática. Es innegable, sin  embargo, que los iniciadores de este progreso artístico industrial tendrán que luchar contra todos los inconvenientes de una empresa, cuyos elementos entran a actuar por primera vez."
"El público no tiene idea  del  sinnúmero  de dificultades  que  es  preciso  vencer  para  obtener una  película de argumento preconcebido,  no la vulgar película de simple información sobre un suceso de actualidad."
"Desde luego, el actor cinematográfico requiere de ciertas cualidades  especiales,  generalmente intuitivas, y así como no sería raro que, en el cuadro dirigido por el señor Urzúa Rozas, nos sorprendiera algún Max  Linder chileno en el género cómico o algún otro en la actuación  dramática."
"Sin  duda alguna la empresa intentada por la Franco-Chilena  Film  Co. - que así se llama la nueva industria - es un progreso que debe aplaudirse."
            En  los  estudios  del  señor  Vallade,  se  comenzó a   ensayar  en 1914,  un argumento de comedia cómica escrita  por Adolfo Urzúa Rozas, que llevaba por título "El Violín de Inés" con participación de  "jóvenes y señoritas"  novatos en la  actuación:  Clemencia Venegas,  en el rol de Inés y Alberto Díaz en el de Mimilo. Una nota de "Chileno" publicado en "Cine-Gaceta"[7] dice, a propósito de los protagonistas,
"Mimilo está destinado a ser el Max Linder Chileno, pues su gracia  fluye con la misma naturalidad que  la del  rey de  la  risa. Inés no  tiene menos vis  cómica  que su  compañero, es hermosa y sabe conquistarse al público con la  misma ingenua coquetería que Susana Grandais[8]."
            El señor Vallade, al constatar los progresos hechos por la "troupe" invirtió “quince mil pesos” en imprimir  la película. Del estreno de esta obra nada se  sabe,  aunque  en la crónica de Urzúa Rozas ya citada, señala que :
"Ahora el señor Feidieu, teme el prejuicio de nuestro público y duda entre si darla  “como  europea”  o como  chilena."

            Hasta hoy no se han podido encontrar datos sobre un posible estreno.  El señor Vallade asegura haber enviado los negativos a una casa en Francia para obtener 60 copias y difundirlas.  Así mismo habría enviado otros negativos a la Gaumont y a Monatfilm,  sin que se conozca, hasta  ahora, su paradero.
            Ese mismo año, se comenzó a rodar  otro filme, "El Boleto de Lotería" o "El Boleto Nº1313" donde actuaban Alberto Díaz Hidalgo, quién mas tarde sería popularmente conocido como el Tony Chalupa, y  René Blas, seudónimo que utilizó Jorge Délano, "Coke", autor también del argumento, en su primera incursión cinematográfica. Además la revista "Zig-Zag" consigna  también la participación de un Sr. Hernández. Desafortunadamente, una  tragedia en la familia del comerciante galo, la muerte de su hijo en el frente de batalla en la guerra de 1914, trastornó al incipiente productor quién detuvo el rodaje, "remató los estudios y la película fue vendida al peso a un  fabricante de peinetas de celuloide"[9].
            De esta manera se puso fin de manera desafortunada, a una tentativa de desarrollo y continuidad del cine nacional, sobretodo en lo que se refiere al cine argumental. En el terreno del documental, las experiencias  continuaron,  pero habrá que esperar hasta 1916 para que se realice nuevamente un  intento  exitoso de película argumental, "La Baraja de la Muerte" dirigida por Salvador Giambastiani, técnico italiano llegado a Chile en 1915. 
            Es sólo a partir de 1917, año en que se realizan tres films[10], que comenzará verdaderamente una producción a un ritmo mas o menos  sostenido.
            Este impulso dará origen a una época dorada del cine chileno, la era del cine mudo.

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Juan Carlos García Araya
Londres, 21 de Abril de 2010


[1] Gérard Betton "Histoire du Cinéma" Presses Universitaires de France. Paris. 1984 Pág. 7.
[2] Fecundo y activo autor y actor dramático. Dentista y profesor en el Conservatorio Nacional de Música en la rama de Declamación.  En 1885 estrenó "Alberto, el Poeta". Más tarde las zarzuelas "En busca de Pepa", "Artista de Corazón", "La sobrina del Cura" ,"Los emigrantes" la opereta "Pescadores en Tierra" así como numerosos otros títulos. Publicó "El arte de la declamación" y "Tratado completo del buen decir" en 1908.En novelas escribió "La Hija Ciega", "Las aventuras de un chileno en Lima" y "Plamazos". Socio fundador de la Sociedad de Autores Teatrales de Chile. En 1925 actuó en el filme "Pueblo Chico, Infierno Grande" de y con  Nicanor de la Sotta y en 1934, en "Norte y Sur" de Jorge Délano "Coke", con Alejandro Flores e Hilda Sour.
[3] "Cine-Gaceta" 1ª Quincena de octubre 1915.
[4] "El Ferrocarril" 10 de septiembre de 1910.
[5] "El Mercurio" 10 de septiembre de 1910.
[6] "Zig-Zag" Nº 513 19 de diciembre de 1914.
[7] "Cine Gaceta" Nº 2, 2ª Quincena de noviembre de 1915.
[8] Actriz francesa (1893-1920) llamada la "Mary Pickford francesa"
[9] Jorge Délano, Coke "Yo soy tú",  Editorial Zig-Zag Santiago 1956, Pág. 145.
[10] "La Agonía de Arauco" de Gabriela von Bussenius, "El Hombre de Acero" de realización colectiva y "Alma Chilena" del actor argentino Arturo Mario.